Nuestra Historia

Todo comenzó hace muchos años, en Ciudad Bolívar, donde mis papás criaron a siete hijos con el esfuerzo de sus manos y el amor por un alimento que nunca faltaba en la mesa: la arepa.

Con paciencia y sacrificio, ellos vendían arepas de queso y de chocolate para sacar adelante a su familia. Sin ponerle nombre, sin imaginarse que lo que hacían era más que un negocio: era la semilla de un sueño que hoy sigue creciendo.

En el 2003 llegué a la ciudad buscando nuevas oportunidades después de momentos difíciles. Pasé por diferentes trabajos, pero siempre había algo que me regresaba a mis raíces: las arepas. Ese aroma, ese sabor y ese recuerdo de hogar me recordaban quién soy y de dónde vengo.

Por eso, en el 2012 tomé la decisión de dedicarme de lleno a lo que realmente me apasiona: compartir con otros la misma bendición que mis padres nos dieron a nosotros. Así nació Que Bendición de Arepas.

Hoy, cada arepa que preparamos no es solo un producto, es un pedacito de tradición, de familia y de cariño. Queremos que cuando la pruebes, no solo disfrutes su sabor, sino que también sientas esa conexión con lo auténtico, lo casero y lo hecho con amor.

Porque en cada mordisco hay algo más que maíz… hay unión, hay recuerdos, hay bendición.